

Samsara
Después de tres años, tres meses y tres días de reclusión voluntaria en una ermita perdida en la región del Ladakh en el Himalaya, Thasi emerge de un trance profundo. De vuelta en el monasterio budista donde vivió desde los cinco años, el joven va recuperando poco a poco sus fuerzas vitales. Pero el regreso trae resultados inesperados. Fuera de los rigores de una vida entregada al desarrollo espiritual, Thasi empieza a experimentar el despertar a la vida sexual. Estos sentimientos coinciden con un viaje a una villa cercana donde Tashi conoce a Pema, una bella joven de la que se enamora. Entonces, por primera vez, el joven lama comienza a cuestionarse los valores de su vida monacal en el monasterio.
Comentarios
La puesta en escena de “Samsara” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Samsara” funciona.
Una propuesta notable que respeta al espectador.
Sin estridencias, “Samsara” convence por oficio y coherencia.
“Samsara” convence por su puesta en escena y un ritmo bien medido.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
Me ha parecido una cinta notable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Me sorprendió gratamente “Samsara”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
“Samsara” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Samsara” deja poso.
A nivel técnico, “Samsara” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
“Samsara” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
“Samsara” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
Final satisfactorio y bien planteado. “Samsara” es meritoria.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Samsara” es recomendable.
Una obra notable. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Samsara” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
“Samsara” me ha parecido estimable. Destacaría las interpretaciones y la música.
Narrativa clara y concisa. “Samsara” se disfruta sin excesos.