

Siempre el mismo día
Emma y Dexter se conocen el día de su graduación universitaria, el 15 de julio de 1988. Ella es una chica de clase trabajadora que sueña con hacer del mundo un lugar mejor. Él es un joven rico con ganas de comerse el mundo. Durante los siguientes veinte años, las vidas de ambos se cruzan y separan, su amistad se debilita o se refuerza y comparten la risa y el romance, el dolor y la alegría. Pero por fin, un día, ambos se dan cuenta de que lo que habían estado buscando durante tanto tiempo estaba delante de ellos.
Comentarios
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Siempre el mismo día” funciona.
“Siempre el mismo día” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
“Siempre el mismo día” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Una obra sugerente. las interpretaciones funciona y la realización acompaña con acierto.
“Siempre el mismo día” me ha parecido sobria. Destacaría las interpretaciones y la banda sonora.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Final satisfactorio y bien planteado. “Siempre el mismo día” es recomendable.
La película progresa con sentido y medida; digna.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me sorprendió gratamente “Siempre el mismo día”; el tono tratado con respeto y oficio.
“Siempre el mismo día” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
“Siempre el mismo día” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “Siempre el mismo día” es recomendable.
He disfrutado de “Siempre el mismo día”; propuesta correcta con una realización que sostiene el conjunto.
Sin reinventar el tono, “Siempre el mismo día” destaca por su sensibilidad.
El tratamiento de personajes en “Siempre el mismo día” resulta convincente y humano.
“Siempre el mismo día” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Siempre el mismo día” deja poso.