

Siete deseos
Clare Shannon (Joey King), de 17 años, sobrevive como puede al infierno que es el instituto, junto a sus amigas Meredith (Sydney Park) y June (Shannon Purser). Cuando su padre (Ryan Phillippe) le regala una vieja caja de música con una inscripción que promete conceder los deseos de su dueño, ella piensa que no tiene nada que perder. Clare pide su primer deseo y, por sorpresa, se hace realidad. En poco tiempo lo tiene todo: dinero, popularidad y el chico de sus sueños. Todo parece perfecto hasta que las personas más cercanas a ella empiezan a morir de manera espantosa y retorcida. Ahora, con sangre en sus manos, Clare se tiene que deshacer de la caja, antes de que le cueste su vida y la de sus seres más queridos.
Comentarios
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Siete deseos” resulta interesante.
Equilibrio entre emoción y contención; “Siete deseos” lo consigue.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la realización.
Narrativa clara y concisa. “Siete deseos” se disfruta sin excesos.
Sin estridencias, “Siete deseos” convence por oficio y coherencia.
“Siete deseos” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me ha parecido una cinta estupenda, sobria y eficaz en sus objetivos.
Me sorprendió gratamente “Siete deseos”; el tono tratado con respeto y oficio.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Siete deseos” funciona.
“Siete deseos” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Sin reinventar el género, “Siete deseos” destaca por su sensibilidad.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
“Siete deseos” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Final satisfactorio y bien planteado. “Siete deseos” es digna.
A nivel técnico, “Siete deseos” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una propuesta cautivadora que respeta al espectador.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Siete deseos” es meritoria.