

Sin otoño, sin primavera
El retrato de una generación invisible. Una balada punk contada desde el punto de vista de 10 jóvenes con historias que se interconectan, no con sus destinos sino con sus conceptos: el viaje como forma de reinvención, el cuestionamiento de la felicidad y el sistema, la evasión, los límites morales, la locura, la decadencia y el amor
Comentarios
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
“Sin otoño, sin primavera” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Me ha parecido una cinta cautivadora, sobria y eficaz en sus objetivos.
Me sorprendió gratamente “Sin otoño, sin primavera”; el tono tratado con respeto y oficio.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Sin otoño, sin primavera” resulta digna.
El tratamiento de personajes en “Sin otoño, sin primavera” resulta convincente y humano.
A nivel técnico, “Sin otoño, sin primavera” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Equilibrio entre emoción y contención; “Sin otoño, sin primavera” lo consigue.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.
“Sin otoño, sin primavera” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Sin estridencias, “Sin otoño, sin primavera” convence por oficio y coherencia.
La dirección de “Sin otoño, sin primavera” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
He disfrutado de “Sin otoño, sin primavera”; propuesta estupenda con una realización que sostiene el conjunto.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Sin otoño, sin primavera” funciona.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Sin otoño, sin primavera” es digna.
“Sin otoño, sin primavera” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Narrativa clara y concisa. “Sin otoño, sin primavera” se disfruta sin excesos.
“Sin otoño, sin primavera” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.