

Sin tetas no hay paraíso
A sus trece años, Catalina empezó a asociar la prosperidad de las niñas de su barrio con el tamaño de sus tetas. Pues quienes las tenían pequeñas, como ella, tenían que resignarse a vivir en medio de las necesidades y a estudiar o trabajar de mesera en algún restaurante de la ciudad. En cambio, quienes las tenían grandes como Yessica o Paola, se paseaban orondas por la vida, en lujosas camionetas, vestidas con trajes costosos y efectuando compras suntuosas que terminaron haciéndola agonizar de envidia. Por eso se propuso, como única meta en su vida, conseguir, a como diera lugar y cometiendo todo tipo de errores, el dinero para mandarse a implantar un par de tetas de silicona, capaces de no caber en las manos abiertas de hombre alguno. Pero nunca pensó que, contrario a lo que ella creía, sus soñadas prótesis no se iban a convertir en el cielo de su felicidad y en el instrumento de su enriquecimiento sino, en su tragedia personal y su infierno...
Comentarios
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Me ha parecido una cinta sobria, sobria y eficaz en sus objetivos.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Sin tetas no hay paraíso” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Sin tetas no hay paraíso” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
A nivel técnico, “Sin tetas no hay paraíso” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
La puesta en escena de “Sin tetas no hay paraíso” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Sin reinventar el tono, “Sin tetas no hay paraíso” destaca por su sensibilidad.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Sin tetas no hay paraíso” funciona.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Sin tetas no hay paraíso” es digna.
Narrativa clara y concisa. “Sin tetas no hay paraíso” se disfruta sin excesos.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Final satisfactorio y bien planteado. “Sin tetas no hay paraíso” es recomendable.
Sin estridencias, “Sin tetas no hay paraíso” convence por oficio y coherencia.
El tratamiento de personajes en “Sin tetas no hay paraíso” resulta convincente y humano.
“Sin tetas no hay paraíso” me ha parecido impecable. Destacaría el elenco y la banda sonora.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Sin tetas no hay paraíso” deja poso.
Una obra notable. el elenco funciona y la realización acompaña con acierto.