

Sita Sings the Blues
Ramayana: epopeya hindú en torno al dios Rama, cuya esposa Sita fue raptada hasta que él la salvó con la ayuda de unos monos. Sita Sings the Blues: la historia de Nina, una mujer moderna cuyo marido la abandona vía e-mail, contada en paralelo a la leyenda de Sita. Esta colorista y emotiva cinta de animación combina distintas artes del 2D para narrar sendos relatos separados por el tiempo y unidos por un parecido. Un musical en el que monos voladores, dioses y una artista con el corazón roto se mueven al ritmo jazzístico de baladas de los años veinte.
Comentarios
Final satisfactorio y bien planteado. “Sita Sings the Blues” es recomendable.
Narrativa clara y concisa. “Sita Sings the Blues” se disfruta sin excesos.
“Sita Sings the Blues” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Sin reinventar el género, “Sita Sings the Blues” destaca por su sensibilidad.
“Sita Sings the Blues” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Sita Sings the Blues” deja poso.
Equilibrio entre emoción y contención; “Sita Sings the Blues” lo consigue.
“Sita Sings the Blues” me ha parecido sugerente. Destacaría el elenco y el acompañamiento musical.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Sita Sings the Blues” es meritoria.
“Sita Sings the Blues” convence por su realización y un ritmo bien medido.
A nivel técnico, “Sita Sings the Blues” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
El tratamiento de personajes en “Sita Sings the Blues” resulta convincente y humano.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Sita Sings the Blues” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Me sorprendió gratamente “Sita Sings the Blues”; el tono tratado con respeto y oficio.
“Sita Sings the Blues” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Sita Sings the Blues” funciona.