

Sorum
Yong-Hyun, una taxista que roza la treintena, se traslada a su nuevo hogar: la habitación 504 de los apartamentos Migum en las afueras de Seúl. Poco después de la mudanza, comienza a intuir una extraña presencia, y recibe la escalofriante noticia de que el anterior inquilino murió en un incendio en esa misma habitación. Por si fuera poco, el fantasmagórico edificio se encuentra a un paso de ser declarado en ruinas y sólo cuatro personas permanecen en él: Mr Lee, un escritor fracasado, Eun-Soo, novia del fallecido, y Sun Yeong, una camarera maltratada por su marido con la que el recién llegado inicia una relación sentimental. Yong-Hyon descubrirá poco a poco que el edificio encierra un terrible secreto que atrapa y condena a todos aquellos que lo habitan...
Comentarios
“Sorum” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
“Sorum” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Una obra impecable. las interpretaciones funciona y la dirección acompaña con acierto.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
Sin reinventar el género, “Sorum” destaca por su sensibilidad.
“Sorum” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
“Sorum” me ha parecido impecable. Destacaría el reparto y la música.
las interpretaciones sostiene la historia con naturalidad; “Sorum” es recomendable.
El tratamiento de personajes en “Sorum” resulta convincente y humano.
Sin estridencias, “Sorum” convence por oficio y coherencia.
Me ha parecido una cinta sugerente, sobria y eficaz en sus objetivos.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Sorum” funciona.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Sorum” deja poso.
“Sorum” convence por su dirección y un cadencia bien medido.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Sorum” es digna.
A nivel técnico, “Sorum” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Me sorprendió gratamente “Sorum”; el tono tratado con respeto y oficio.