Soy vertical pero me gustaría ser horizontal
Ciudad costera de Benidorm, España, agosto de 1956. Sylvia, una poeta estadounidense recién casada, sale a dar un paseo.
Comentarios
“Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
Sin estridencias, “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” convence por oficio y coherencia.
Una propuesta notable que respeta al espectador.
El tratamiento de personajes en “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” resulta convincente y humano.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me ha parecido una cinta sugerente, sobria y eficaz en sus objetivos.
Una obra sobria. el elenco funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” es digna.
“Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” funciona.
Narrativa clara y concisa. “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” se disfruta sin excesos.
“Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” me ha parecido sobria. Destacaría las interpretaciones y la banda sonora.
Sin reinventar la propuesta, “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” destaca por su sensibilidad.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” deja poso.
A nivel técnico, “Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
“Soy vertical pero me gustaría ser horizontal” convence por su puesta en escena y un cadencia bien medido.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.