

Tengo sueños eléctricos
En contra de los deseos de Eva, su madre quiere reformar la casa y deshacerse del gato, que, desorientado desde el divorcio, orina por todas partes. Eva quiere irse a vivir con su padre, quien, desorientado como el gato, vive una segunda adolescencia.
Comentarios
“Tengo sueños eléctricos” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
A nivel técnico, “Tengo sueños eléctricos” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Tengo sueños eléctricos” funciona.
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
Narrativa clara y concisa. “Tengo sueños eléctricos” se disfruta sin excesos.
Final satisfactorio y bien planteado. “Tengo sueños eléctricos” es digna.
“Tengo sueños eléctricos” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
Me sorprendió gratamente “Tengo sueños eléctricos”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la realización.
La realización de “Tengo sueños eléctricos” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“Tengo sueños eléctricos” me ha parecido sobria. Destacaría el elenco y la música.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“Tengo sueños eléctricos” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Sin reinventar el género, “Tengo sueños eléctricos” destaca por su sensibilidad.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
“Tengo sueños eléctricos” convence por su puesta en escena y un cadencia bien medido.
Una obra cautivadora. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.