![[REC]⁴ Apocalipsis](https://image.tmdb.org/t/p/w342/ezWbQjJtCYgpu692haXJaYgRHmZ.jpg)

The Trotsky
En un colegio de Montreal, un joven estudiante llamado Léon Bronstein (Jay Baruchel) encarna al líder ruso en una comedia que reproduce la revolución rusa. Después de ser despedido de la fábrica de su padre por emprender una huelga de hambre, a Léon su familia lo castiga a educarse en un escuela pública. Pero el joven no se amedrenta y, convencido de ser la reencarnación de Trostky intenta reproducir en la escuela la revolución socialista. Lo malo es que tropieza; por una parte, con la apatía de sus compañeros, dominados por el hedonismo y la falta de compromiso; y, por otra, con el gelido y estricto director del centro (Colm Feore).
Comentarios
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“The Trotsky” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
“The Trotsky” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Sin reinventar el tono, “The Trotsky” destaca por su sensibilidad.
Una propuesta notable que respeta al espectador.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
“The Trotsky” me ha parecido cautivadora. Destacaría el reparto y el acompañamiento musical.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “The Trotsky” es recomendable.
“The Trotsky” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
A nivel técnico, “The Trotsky” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Narrativa clara y concisa. “The Trotsky” se disfruta sin excesos.
el elenco sostiene la historia con naturalidad; “The Trotsky” es digna.
“The Trotsky” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“The Trotsky” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
La realización de “The Trotsky” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
El tratamiento de personajes en “The Trotsky” resulta convincente y humano.
Equilibrio entre emoción y contención; “The Trotsky” lo consigue.
La película progresa con sentido y medida; interesante.
Sin estridencias, “The Trotsky” convence por oficio y coherencia.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.