

Touching the Void (Tocando el vacío)
En 1985 dos amigos montañeros, Joe Simpson y Simon Yates, se encuentran escalando una montaña remota en los Andes -concretamente la cima del Siula Grande, un pico peruano de 21.000 pies de altura- cuando, cerca de la cumbre, uno de ellos se rompe una pierna. El otro intenta ayudarlo a bajar a un lugar seguro, pero las cosas no resultan tan fáciles.
Comentarios
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Sin reinventar el tono, “Touching the Void (Tocando el vacío)” destaca por su sensibilidad.
“Touching the Void (Tocando el vacío)” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
La puesta en escena de “Touching the Void (Tocando el vacío)” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Una propuesta notable que respeta al espectador.
“Touching the Void (Tocando el vacío)” me ha parecido estupenda. Destacaría el reparto y la banda sonora.
El tratamiento de personajes en “Touching the Void (Tocando el vacío)” resulta convincente y humano.
“Touching the Void (Tocando el vacío)” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
“Touching the Void (Tocando el vacío)” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
“Touching the Void (Tocando el vacío)” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
Me sorprendió gratamente “Touching the Void (Tocando el vacío)”; el género tratado con respeto y oficio.
La película progresa con sentido y medida; digna.
“Touching the Void (Tocando el vacío)” convence por su realización y un pacing bien medido.
He disfrutado de “Touching the Void (Tocando el vacío)”; propuesta sobria con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Narrativa clara y concisa. “Touching the Void (Tocando el vacío)” se disfruta sin excesos.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Touching the Void (Tocando el vacío)” resulta meritoria.