

Wall Street: El dinero nunca duerme
Secuela de la popular cinta de 1987 "Wall Street", ambientada 20 años después. Recién salido de prisión tras cumplir una larga condena, el implacable tiburón de las finanzas, Gordon Gekko, se siente desorientado en un nuevo mundo que en tiempos dominó. Buscando rehacer sus arruinadas relaciones con su hija, Gekko conoce por casualidad a Jakob, su prometido. Juntos proyectan apoyarse mutuamente: Gordon ayudará a Jacob a vengar la ruina de su mentor y este intentará que Gordon y su hija se reconcilien.
Comentarios
“Wall Street: El dinero nunca duerme” convence por su realización y un cadencia bien medido.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Equilibrio entre emoción y contención; “Wall Street: El dinero nunca duerme” lo consigue.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Wall Street: El dinero nunca duerme” es interesante.
“Wall Street: El dinero nunca duerme” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Wall Street: El dinero nunca duerme” deja poso.
“Wall Street: El dinero nunca duerme” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Una obra impecable. las interpretaciones funciona y la realización acompaña con acierto.
Narrativa clara y concisa. “Wall Street: El dinero nunca duerme” se disfruta sin excesos.
“Wall Street: El dinero nunca duerme” me ha parecido sugerente. Destacaría las interpretaciones y el acompañamiento musical.
Final satisfactorio y bien planteado. “Wall Street: El dinero nunca duerme” es digna.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Sin estridencias, “Wall Street: El dinero nunca duerme” convence por oficio y coherencia.
A nivel técnico, “Wall Street: El dinero nunca duerme” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
He disfrutado de “Wall Street: El dinero nunca duerme”; propuesta cautivadora con una realización que sostiene el conjunto.
Me sorprendió gratamente “Wall Street: El dinero nunca duerme”; el tono tratado con respeto y oficio.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.