Y todos arderán
María Jos es ajena a un mundo que está llegando a su fin, recluida más de diez años viviendo una pesadilla después de que su hijo Lolo se suicidase, harto del acoso escolar que recibía por su acondroplasia. Lista para marcharse de este mundo, decide ir a saltar por el mismo puente por el que se tiró su hijo cuando es interrumpida por Lucía, una misteriosa niña con la misma condición que su Lolo. María José se apiada de la niña y decide ayudarla a buscar a sus padres para poco a poco descubrir que Lucía no es una niña cualquiera y que ha sido enviada al pueblo con un propósito.
Comentarios
Se aprecia cuidado en los detalles; “Y todos arderán” deja poso.
La realización de “Y todos arderán” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Y todos arderán” funciona.
Equilibrio entre emoción y contención; “Y todos arderán” lo consigue.
“Y todos arderán” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
“Y todos arderán” convence por su puesta en escena y un cadencia bien medido.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Y todos arderán” resulta recomendable.
Sin reinventar el tono, “Y todos arderán” destaca por su sensibilidad.
Me sorprendió gratamente “Y todos arderán”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Sin estridencias, “Y todos arderán” convence por oficio y coherencia.
A nivel técnico, “Y todos arderán” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Y todos arderán” es meritoria.
Una obra correcta. las interpretaciones funciona y la realización acompaña con acierto.
He disfrutado de “Y todos arderán”; propuesta estimable con una realización que sostiene el conjunto.
“Y todos arderán” cumple con lo que promete. Especial mención para la banda sonora.
“Y todos arderán” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.