

Yo soy el amor
La familia Recchi pertenece a la gran burguesía industrial lombarda. Viven en Milán, en una lujosa casa, llena de espejos, flores, cortinajes, pero las relaciones entre ellos son frías y distantes. Eduardo Tancredi, su mujer Emma (Tilda Swinton), una inmigrante rusa plenamente integrada en la cultura milanesa, sus hijos Elisabetta, Edoardo y Gianluca, los compañeros y prometidos de éstos y los abuelos componen el círculo familiar. Entre lujosos salones y espaciosos jardines tiene lugar la sucesión y entrega del negocio familiar y su consolidación. El joven cocinero Antonio, completamente ajeno a este mundo, condensa sus emociones en platos que no pertenecen a la tradición culinaria de la familia. Tanto él como Emma son personajes que no encajan en este universo, y la pasión que surge entre ellos los llevará a romper todas las ataduras, pero será a costa de pagar un precio muy alto.
Comentarios
Me ha parecido una cinta estimable, sobria y eficaz en sus objetivos.
“Yo soy el amor” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
“Yo soy el amor” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Yo soy el amor” deja poso.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Yo soy el amor” es recomendable.
Final satisfactorio y bien planteado. “Yo soy el amor” es meritoria.
Narrativa clara y concisa. “Yo soy el amor” se disfruta sin excesos.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
A nivel técnico, “Yo soy el amor” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una propuesta cautivadora que respeta al espectador.
La dirección de “Yo soy el amor” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Yo soy el amor” resulta meritoria.
“Yo soy el amor” pone en valor la propuesta con solvencia y cuidado.
Equilibrio entre emoción y contención; “Yo soy el amor” lo consigue.
“Yo soy el amor” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
He disfrutado de “Yo soy el amor”; propuesta notable con una realización que sostiene el conjunto.
“Yo soy el amor” convence por su puesta en escena y un cadencia bien medido.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.