

Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi
Su jefe lo maltrata. Trabaja sin parar. No es más que un esclavo de la empresa... hasta que estalla una epidemia zombi y vuelve a sentirse vivo otra vez.
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“Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” me ha parecido correcta. Destacaría el elenco y el acompañamiento musical.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” es digna.
“Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
He disfrutado de “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi”; propuesta sugerente con una dirección que sostiene el conjunto.
Una obra notable. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
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Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” funciona.
Equilibrio entre emoción y contención; “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” lo consigue.
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La realización de “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
“Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
El tratamiento de personajes en “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” resulta convincente y humano.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Me sorprendió gratamente “Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi”; el género tratado con respeto y oficio.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la dirección.
Me ha parecido una cinta correcta, sobria y eficaz en sus objetivos.
Una propuesta estimable que respeta al espectador.
“Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi” convence por su puesta en escena y un pacing bien medido.