¡Copiad, Malditos!
¿Qué es la propiedad intelectual? ¿Hasta que punto se puede poseer una idea? ¿Qué derechos emanan de esta propiedad reconocida ampliamente por la ley desde los tiempos de la revolución industrial? La ley es clara al respecto y a su abrigo, desde hace décadas, han proliferado las llamadas entidades de gestión de derechos como SGAE, CEDRO, VEGAP etc. que en teoría se dedican a proteger los derechos de los autores. Pero desde hace ya algunos años y especialmente desde la irrupción de la sociedad de la información de forma masiva, todo el sistema, sobre el que había cierto consenso, se está cuestionando constantemente. Soplan nuevos vientos y surgen nuevas preguntas. ¿Hasta que punto puede ser un delito copiar? ¿No copiamos todos constantemente cuando pensamos y creamos?
Comentarios
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. interesante.
“¡Copiad, Malditos!” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Equilibrio entre emoción y contención; “¡Copiad, Malditos!” lo consigue.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “¡Copiad, Malditos!” resulta recomendable.
“¡Copiad, Malditos!” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
“¡Copiad, Malditos!” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
El tratamiento de personajes en “¡Copiad, Malditos!” resulta convincente y humano.
Final satisfactorio y bien planteado. “¡Copiad, Malditos!” es interesante.
“¡Copiad, Malditos!” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
La realización de “¡Copiad, Malditos!” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Una obra correcta. las interpretaciones funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Narrativa clara y concisa. “¡Copiad, Malditos!” se disfruta sin excesos.
A nivel técnico, “¡Copiad, Malditos!” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “¡Copiad, Malditos!” es digna.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la dirección.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Sin estridencias, “¡Copiad, Malditos!” convence por oficio y coherencia.
“¡Copiad, Malditos!” convence por su puesta en escena y un pacing bien medido.
He disfrutado de “¡Copiad, Malditos!”; propuesta estupenda con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “¡Copiad, Malditos!” funciona.