

El último samurái
1870. El capitán Nathan Algren es un hombre a la deriva. Las batallas que libró en otro tiempo parecen ahora lejanas e inútiles. Una vez arriesgó su vida por el honor y por la patria, pero, en los años transcurridos desde la Guerra de Secesión estadounidense, el mundo ha cambiado. El pragmatismo ha reemplazado al valor, el interés personal ha ocupado el lugar del sacrificio y el honor no se encuentra en ninguna parte, especialmente en el Oeste, donde su papel en las campañas contra los indios acabó en desilusión y tristeza. En algún lugar de las implacables llanuras junto a la ribera del río Washita, Algren perdió su alma. En un mundo completamente distinto, otro soldado ve como su modo de vida está a punto de desintegrarse.
Comentarios
Me sorprendió gratamente “El último samurái”; el tono tratado con respeto y oficio.
“El último samurái” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“El último samurái” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
“El último samurái” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “El último samurái” es recomendable.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “El último samurái” es interesante.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “El último samurái” funciona.
La puesta en escena de “El último samurái” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
He disfrutado de “El último samurái”; propuesta sugerente con una puesta en escena que sostiene el conjunto.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
A nivel técnico, “El último samurái” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Se aprecia cuidado en los detalles; “El último samurái” deja poso.
El tratamiento de personajes en “El último samurái” resulta convincente y humano.
Equilibrio entre emoción y contención; “El último samurái” lo consigue.
“El último samurái” avanza con buen cadencia y ofrece momentos de auténtica emoción.
“El último samurái” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.