

La ramera errante
Constanza, año 1410. Marie, hija del burgués más rico de toda la ciudad, está en vísperas de casarse con un prestigioso abogado, hijo de un conde. Aunque el compromiso colma de orgullo al padre de la joven, ansioso por ennoblecerse, a Marie no le acaba de convencer su prometido, al que sólo ha visto dos veces. Sus recelos se ven trágicamente confirmados la víspera de la boda cuando, tras firmar el contrato nupcial, irrumpe en la casa un desconocido que asegura que Marie se ha acostado con otros hombres a cambio de regalos, como una vil ramera. A partir de ese momento, la vida de la muchacha dará un inesperado y terrible vuelco. Sola, arruinada y con su reputación perdida, no tendrá más opción para sobrevivir que asociarse con una prostituta y echarse a los caminos...
Comentarios
“La ramera errante” convence por su dirección y un cadencia bien medido.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Una obra correcta. el elenco funciona y la realización acompaña con acierto.
“La ramera errante” me ha parecido correcta. Destacaría el reparto y el acompañamiento musical.
Equilibrio entre emoción y contención; “La ramera errante” lo consigue.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
“La ramera errante” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Sin reinventar la propuesta, “La ramera errante” destaca por su sensibilidad.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. digna.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “La ramera errante” es meritoria.
A nivel técnico, “La ramera errante” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
La dirección de “La ramera errante” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “La ramera errante” resulta meritoria.
Final satisfactorio y bien planteado. “La ramera errante” es digna.
“La ramera errante” cumple con lo que promete. Especial mención para la música.
Se aprecia cuidado en los detalles; “La ramera errante” deja poso.
Agradezco su cadencia contenido y la elegancia de la puesta en escena.
“La ramera errante” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.