

Las mujeres de verdad tienen curvas
Ana, una adolescente méxico-americana, está a punto de convertirse en mujer. Vive en la comunidad hispana del Este de Los Ángeles, y recién acabado el instituto su profesor la anima para que solicite una beca para estudiar en la Universidad de Columbia. Pero sus tradicionales padres piensan que no es tiempo para estudiar, sino para ayudar a su familia. Dividida entre sus ambiciones personales y su tradición cultural, accede a trabajar con su madre en la fábrica de costura de su hermana, en el centro de Los Ángeles. (FILMAFFINITY)
Comentarios
“Las mujeres de verdad tienen curvas” me ha parecido cautivadora. Destacaría el reparto y la banda sonora.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“Las mujeres de verdad tienen curvas” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
“Las mujeres de verdad tienen curvas” pone en valor el género con solvencia y cuidado.
Equilibrio entre emoción y contención; “Las mujeres de verdad tienen curvas” lo consigue.
Narrativa clara y concisa. “Las mujeres de verdad tienen curvas” se disfruta sin excesos.
“Las mujeres de verdad tienen curvas” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Las mujeres de verdad tienen curvas” deja poso.
La realización de “Las mujeres de verdad tienen curvas” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Final satisfactorio y bien planteado. “Las mujeres de verdad tienen curvas” es recomendable.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
He disfrutado de “Las mujeres de verdad tienen curvas”; propuesta impecable con una realización que sostiene el conjunto.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Las mujeres de verdad tienen curvas” funciona.
Una obra impecable. el reparto funciona y la puesta en escena acompaña con acierto.
Sin reinventar el tono, “Las mujeres de verdad tienen curvas” destaca por su sensibilidad.
El tratamiento de personajes en “Las mujeres de verdad tienen curvas” resulta convincente y humano.