Perder es cuestión de método
Una mañana, la policía descubre un horrendo crimen. Se trata de un cuerpo empalado en las orillas de un hermoso lago cerca de Bogotá. Para resolver el caso, el periodista Víctor Silampa y su ocasional compañero, el oficinista Emir Estupiñán, deberán internarse en los vericuetos de una historia macabra, pero también humana y divertida. Con la ayuda de Quica, una joven prostituta, y a cambio de algunos favores para el Coronel que está encargado del caso, nuestros protagonistas, con riesgo de sus vidas, logran llegar al fondo de una gigantesca trama de especulación inmobiliaria. Políticos y empresarios corruptos, prostitutas, esmeralderos, apasionados del naturismo y periodistas de todo tipo completan el mosaico de personajes, con el telón de fondo de la ciudad de Bogotá.
Comentarios
“Perder es cuestión de método” convence por su puesta en escena y un pacing bien medido.
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Perder es cuestión de método” resulta digna.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Me sorprendió gratamente “Perder es cuestión de método”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
“Perder es cuestión de método” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
“Perder es cuestión de método” me ha parecido sugerente. Destacaría el elenco y el acompañamiento musical.
“Perder es cuestión de método” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
A nivel técnico, “Perder es cuestión de método” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Equilibrio entre emoción y contención; “Perder es cuestión de método” lo consigue.
Una obra estupenda. el reparto funciona y la dirección acompaña con acierto.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Perder es cuestión de método” deja poso.
“Perder es cuestión de método” avanza con buen ritmo y ofrece momentos de auténtica emoción.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
He disfrutado de “Perder es cuestión de método”; propuesta notable con una realización que sostiene el conjunto.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
Me ha parecido una cinta impecable, sobria y eficaz en sus objetivos.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.