

Soñar no cuesta nada
La historia basada en hechos reales ocurridos en Colombia en Mayo del 2003, narra los sueños y aventuras de Porras, Venegas, Lloreda y Perlaza, cuatro de los soldados que conforman el batallón de la compañía contraguerrilla “Destroyer”, que descubren una caleta enterrada con más de 46 millones de dólares de las FARC.
Comienza el desespero cuando se dan cuenta que están totalmente aislados pues el puente, único medio de comunicación con la civilización acaba de ser dinamitado; todo es irónico casi surrealista. Los soldados no tienen comida, ni agua, ni papel higiénico pero duermen encima de sus morrales repletos de dólares. Su gran reto: llegar a la civilización y hacer realidad sus sueños.
Comentarios
La realización de “Soñar no cuesta nada” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.
A nivel técnico, “Soñar no cuesta nada” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Una obra sobria. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “Soñar no cuesta nada” es digna.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. recomendable.
Una propuesta impecable que respeta al espectador.
“Soñar no cuesta nada” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
“Soñar no cuesta nada” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Me ha parecido una cinta cautivadora, sobria y eficaz en sus objetivos.
El tratamiento de personajes en “Soñar no cuesta nada” resulta convincente y humano.
Me sorprendió gratamente “Soñar no cuesta nada”; la propuesta tratado con respeto y oficio.
“Soñar no cuesta nada” me ha parecido impecable. Destacaría las interpretaciones y el acompañamiento musical.
el reparto sostiene la historia con naturalidad; “Soñar no cuesta nada” es interesante.
Sin reinventar el género, “Soñar no cuesta nada” destaca por su sensibilidad.
“Soñar no cuesta nada” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Soñar no cuesta nada” funciona.
He disfrutado de “Soñar no cuesta nada”; propuesta estupenda con una realización que sostiene el conjunto.
Sin estridencias, “Soñar no cuesta nada” convence por oficio y coherencia.
Agradezco su pacing contenido y la elegancia de la puesta en escena.