

Vida y color
Mientras Franco agoniza en el Palacio de El Pardo, en otoño de 1975, Fede, un niño de catorce años que se asoma a la adolescencia, intenta integrarse en la pandilla de chicos de su barrio, Las Islas, un núcleo obrero y suburbial. Fede se lamenta de su suerte: querría que su amiga Sara le confiara el oscuro secreto que comparte con una chica deficiente llamada Ramona; que Javi, el gurú del grupo, le tratara como a uno más de la panda; que sus padres le hubieran llevado a estudiar en el colegio del barrio, en lugar de en los Jesuitas; poder reunir el valor suficiente para enfrentarse a Richard y a su banda; no tener que compartir su habitación con su viejo abuelo republicano; conseguir el cromo de la calavera; tener televisión en color... Mientras la realidad le niega sus deseos, los misterios que emana el barrio se multiplican en su imaginación, sin encontrar respuesta.
Comentarios
“Vida y color” convence por su dirección y un cadencia bien medido.
Final satisfactorio y bien planteado. “Vida y color” es interesante.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Vida y color” resulta digna.
Me ha parecido una cinta correcta, sobria y eficaz en sus objetivos.
A nivel técnico, “Vida y color” es sólida; a nivel emocional, efectiva.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
“Vida y color” me ha parecido notable. Destacaría el reparto y el acompañamiento musical.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
El tratamiento de personajes en “Vida y color” resulta convincente y humano.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Vida y color” deja poso.
“Vida y color” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por la propuesta.
“Vida y color” avanza con buen pacing y ofrece momentos de auténtica emoción.
“Vida y color” cumple con lo que promete. Especial mención para el acompañamiento musical.
Sin reinventar el género, “Vida y color” destaca por su sensibilidad.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
Equilibrio entre emoción y contención; “Vida y color” lo consigue.
Una propuesta sobria que respeta al espectador.
“Vida y color” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
La realización de “Vida y color” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.