

Quiero ser italiano
Dino Fabrizzi, de 42 años, vive en Niza y es un exitoso vendedor de coches. Cuando en su empresa le ofrecen un ascenso, su novia Hélène le propone que se casen. Dino tendrá entonces que enfrentarse a un espinoso problema: nadie sabe que es musulmán y que su nombre real es Mourad Ben Saoud; podría seguir ocultándolo, pero le ha prometido a su padre celebrar el Ramadán ese año.
Comentarios
“Quiero ser italiano” convence por su dirección y un pacing bien medido.
Un trabajo honesto que cumple y deja buen sabor de boca.
Final satisfactorio y bien planteado. “Quiero ser italiano” es recomendable.
“Quiero ser italiano” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Buen pulso narrativo y cierre honesto. “Quiero ser italiano” resulta interesante.
Se aprecia cuidado en los detalles; “Quiero ser italiano” deja poso.
“Quiero ser italiano” equilibra forma y fondo con más aciertos que tropiezos.
Sorprende su sensibilidad sin caer en subrayados innecesarios.
La película progresa con sentido y medida; recomendable.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “Quiero ser italiano” funciona.
Narrativa clara y concisa. “Quiero ser italiano” se disfruta sin excesos.
Correcta en lo técnico y solvente en lo interpretativo. meritoria.
Sin reinventar el género, “Quiero ser italiano” destaca por su sensibilidad.
Una propuesta impecable que respeta al espectador.
“Quiero ser italiano” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el género.
Me sorprendió gratamente “Quiero ser italiano”; el género tratado con respeto y oficio.
He disfrutado de “Quiero ser italiano”; propuesta notable con una realización que sostiene el conjunto.
El tratamiento de personajes en “Quiero ser italiano” resulta convincente y humano.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.