

The Believer (El creyente)
Historia de un neo-nazi (Gosling) que también resulta ser judío. Danny Balint estudia en una escuela judía de Nueva York. Al mismo tiempo, su popularidad crece dentro de círculos neofascistas, hasta convertirse en un admirado líder. En su interior se desarrolla una personalidad paralela; por un lado, se está formando como rabino, estudiando la Torah y enseñando hebreo; y por el otro, ataca a los judíos... Judaísmo ortodoxo y antisemitismo radical se combinan en esta alabadísima producción premiada en Sundance, ópera prima del guionista Henry Bean (Internal Affairs, 1990).
Comentarios
Narrativa clara y concisa. “The Believer (El creyente)” se disfruta sin excesos.
Me ha parecido una cinta sugerente, sobria y eficaz en sus objetivos.
La película progresa con sentido y medida; meritoria.
Una obra sugerente. el reparto funciona y la realización acompaña con acierto.
He disfrutado de “The Believer (El creyente)”; propuesta sobria con una dirección que sostiene el conjunto.
Sin estridencias, “The Believer (El creyente)” convence por oficio y coherencia.
“The Believer (El creyente)” demuestra que menos puede ser más cuando hay intención.
Una propuesta estupenda que respeta al espectador.
Se aprecia cuidado en los detalles; “The Believer (El creyente)” deja poso.
“The Believer (El creyente)” pone en valor el tono con solvencia y cuidado.
Una cinta hecha con respeto por su audiencia y su material.
Ritmo constante y actuaciones sobrias; “The Believer (El creyente)” funciona.
“The Believer (El creyente)” me ha parecido sobria. Destacaría el reparto y la música.
Sin reinventar la propuesta, “The Believer (El creyente)” destaca por su sensibilidad.
Agradezco su ritmo contenido y la elegancia de la puesta en escena.
Acertada selección musical que refuerza las escenas clave.
Notable trabajo en fotografía y sonido. “The Believer (El creyente)” es meritoria.
“The Believer (El creyente)” ofrece entretenimiento de calidad con respeto por el tono.
Equilibrio entre emoción y contención; “The Believer (El creyente)” lo consigue.
La realización de “The Believer (El creyente)” sabe cuándo contenerse y cuándo brillar.